Parte del auditorio que se quedó esperando al Presidente Petro en Bucaramanga.
Parte del auditorio que se quedó esperando al Presidente Petro en Bucaramanga.
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Vanguardia.

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Gustavo Petro la volvió a hacer: incumplió cita a evento en Bucaramanga

Un encuentro con alcaldes del área metropolitana, el gobernador de Santander y otras personalidades.

En otro de sus acostumbrados y repetidos actos de incumplimiento, el presidente Gustavo Petro, dejó plantados a los alcaldes del área metropolitana de Bucaramanga, al Gobernador de Santander y a decenas de ediles, concejales y líderes sociales de esa región, que lo esperaban en el parque de San Pío de la capital santandereana para un evento de carácter nacional.

La cita estaba prevista para las 11:00 a.m, pero el presidente solo confirmó  a las 12:00 del mediodía que no llegaría.

A esa hora los asistentes empezaban a desesperarse y a pedir que hicieran el evento sin el mandatario.

Se trataba de un acto cerrado al público al que acudían 200 funcionarios, líderes sociales, ediles y representantes de la Fiscalía, la Policía y Migración Colombia, entre otros.

Los mandatarios locales y departamentales se mostraban especialmente molestos porque habían cancelado sus agendas del día para asistir a la cita con el Jefe de Estado, pero, como ya es habitual, el Presidente nunca llegó.

Sin embargo, la omisión más grande se dio en un segundo evento también en Bucaramanga, programado para comenzar a las 2:00 p.m.

Veinte minutos antes de esta hora el Presidente no había despegado de Bogotá.

Con este horario es imposible que el mandatario llegara oportunamente.

De hecho, si despegara a las 2:00 p.m. llegaría unas dos horas tarde.

Teniendo en cuenta que el vuelo entre Bogotá y Bucaramanga dura unos 35 minutos y que el sitio del segundo evento está a unos 45 minutos en vehículo desde el aeropuerto.

Parece que este defecto incorregible del Presidente Petro lo mantendrá en el resto de mandato, pues algunos analistas suponían que con el inicio de la nueva legislatura iba a ‘cambiar el chip’, a ‘volverse serio’ y cumplir sagradamente los compromisos.

Aunque algunos lo justifican como un mecanismo para prevenir posibles atentados con horarios exactos de asistencia a eventos, otros señalaron que el margen no podía ser tan amplio, o sencillamente incumplir y dejar a todos con los crespos hechos, o como dice el refranero popular, "listas como a las novias de Barranca".

 

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